Comisaria de la tierra Santa Colombia

LUXTENEBRA, finaliza el centenario de las basílicas del Tabor y Getsemaní

El 22 de noviembre de 2024, en el convento de San Salvador de Jerusalén, se celebró el acto de clausura de “LUXTENEBRA, centenario de las basílicas del Tabor y del Getsemaní”.

En la sala de nácar, se instaló una exposición de documentos de archivo, fotografías de época y bocetos artísticos que narran la historia de la construcción de los dos santuarios.

Al finalizar la exposición se ofreció un concierto musical interpretado por los niños y niñas del Instituto Magnificat de Jerusalén.

La celebración del evento fue posible gracias a la contribución del Terra Sancta Museum, del archivo de la Custodia de Tierra Santa y del convento de San Salvador, en la persona del guardián, fray Rodrigo Machado.

LUXTENEBRA, un año lleno de acontecimientos

Con esta exposición concluyen oficialmente las celebraciones por el centenario de las basílicas del Tabor y Getsemaní. Un año dedicado a redescubrir y profundizar en el significado y la belleza de las dos basílicas, cien años después de su construcción por el arquitecto italiano Antonio Barluzzi.

Entre los actos del centenario recordamos la inauguración de las dos exposiciones permanentes en la basílica del Monte Tabor y del Getsemaní, la jornada de conferencias sobre distintos temas relacionados con la arqueología y la historia, el arte y la restauración, la interpretación filosófica y los personajes vinculados a las iglesias conmemoradas. Finalmente, el pasado agosto, LUXTENEBRA llegó a Rimini (Italia), con ocasión del ““Meeting por la amistad entre los pueblos”.

Documentos y arte narran la historia de las basílicas

Para la clausura de este centenario se expusieron objetos relacionados con las dos basílicas jubilares, muchos de ellos accesibles al público por primera vez. Entre ellos, fray Narciso Klimas, director del archivo custodial y miembro del comité científico del centenario, subrayó la presencia de unos antiguos firmanes que datan de la época otomana. Documentos históricos que establecieron la propiedad de la Custodia de Tierra Santa sobre los lugares donde hoy se alzan las dos basílicas y la posibilidad para que los frailes franciscanos “posean, habiten, realicen sus funciones y celebren los oficios divinos y misas, como hacían en el pasado con los peregrinos devotos”.

Tabor y Getsemaní, un mensaje de unidad

Asistieron al acto varias personalidades diplomáticas de los países que contribuyeron a la construcción de las basílicas hace cien años. Su participación tiene un gran significado, recordó Vincenzo Zupardo, arquitecto comisario del centenario, que afirmó: “La iglesia de Getsemaní es más conocida como “la iglesia de todas las naciones”, porque fue construida con aportaciones procedentes de todo el mundo: naciones que un par de años antes estaban luchando ferozmente, se unieron para aportar algo hermoso que, de alguna forma, contribuiría a un nuevo modelo de belleza

La luz como alma de la arquitectura de Barluzzi

El título del centenario, “LUXTENEBRA”, hace referencia a la concepción que Barluzzi tenía de la arquitectura, en especial de la arquitectura religiosa.

“Barluzzi creía – continúa Vincenzo – que el diseño de un santuario debía reflejar el significado espiritual del sitio y el misterio de la vida de Cristo conmemorado allí. Esta visión marcó profundamente los proyectos de las basílicas, centrándose en los misterios de la Transfiguración y de la Agonía. Barluzzi encontró el material arquitectónico perfecto para expresar estos dos misterios: la luz, que en estas iglesias va mucho más allá de su papel funcional y asume un valor simbólico muy importante. Por eso elegimos este título para el centenario”.

Contemplar el misterio: una invitación a la esperanza

En un momento histórico marcado por la guerra y el sufrimiento, especialmente en Tierra Santa, los misterios celebrados en las dos basílicas jubilares adquieren un significado más actual que nunca. Al final de su discurso, fray Alessandro Coniglio, director del comité científico para el centenario, quiso recordar este aspecto.

“Contemplar el entrelazamiento entre la luz y las tinieblas en la vida de Jesús de Nazaret podría ser un recordatorio también para nosotros de que nuestra era oscura, con toda su violencia, ya ha sido asumida por Jesucristo. Podemos esperar caminar a la luz de su victoria sobre la muerte y el pecado, porque Él venció toda violencia con su muerte y resurrección. Por eso, estamos seguros de que también esta celebración final de LUXTENEBRA traerá luz y esperanza en este tiempo difícil, mostrando el principal protagonista de estos actos, que no es el aniversario de un edificio, sino el misterio vivo de Jesucristo, del que estas basílicas todavía son testigos”.

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