La provincia de Tierra Santa, sea por lo vasto de su territorio, sea por la presencia de los Santos Lugares, fue siempre tenida como algo especial. Estaba considerada la “provincia” más importante de la Orden. Por eso, quizá, fue confiada al Hermano Elías, figura preminente en la naciente fraternidad tanto por su talento organizativo como por su vasta cultura. Es interesante conocer las decisiones adoptadas por el Hermano Elías para organizar y consolidar esta parte de la Orden, caracterizada por sus particulares problemas ambientales y por su vastísima extensión geográfica. El celo y las cualidades de buen gobernante que lo distinguieron le empujaron, durante los años de su mandato, a sentar las bases del apostolado franciscano en todas las zonas de la cuenca sur-oriental del Mediterráneo.