El lunes 16 de mayo, el presidente de Israel, Isaac Herzog, visitó el monasterio de San Nicodemo en Ramla, donde se reunió con la comunidad parroquial y los alumnos de la escuela gestionada por la Custodia de Tierra Santa.
Ramla, ciudad que dista veinte kilómetros de Jaffa y cuarenta de Jerusalén, cuenta con una antiquísima presencia franciscana, que se remonta al siglo XIII. Entre sus 76.000 habitantes, además de la mayoría judía, hay cuatro mil cristianos y dieciséis mil musulmanes. Esto la convierte en un lugar de encuentro muy importante entre personas de diferentes culturas y tradiciones religiosas, así como en una ciudad-laboratorio de convivencia e integración.
El presidente Herzog y su esposa, acompañados por el alcalde de la ciudad, Michael Videl, fueron recibidos por fray Abdel Masih Fahim ofm, director de las escuelas de Tierra Santa en Jaffa y director de la escuela de Ramla. Al recibir a la delegación del presidente, el padre Fahim afirmó que el nombre del actual jefe de estado se sumará a la lista de ilustres visitantes del monasterio, junto con nombres célebres como Napoleón Bonaparte y Simón Peres.
El padre franciscano se refirió entonces al característico mosaico intercultural que representan los ciudadanos para resaltar cómo cada miembro de la comunidad, en su diversidad, es una pieza que contribuye a hacer la imagen ciudadana más bella y más compleja; sin embargo, para continuar en este sentido “será necesario dar cada vez más importancia a la formación y la convivencia, valores por los que se trabaja incansablemente en las escuelas de Tierra Santa, promoviendo la educación para la paz y la renuncia a la violencia”. En este sentido, el padre Fahim no dejó de señalar el papel de la Orden franciscana en la enseñanza y la trasmisión de elevados valores humanos a las numerosas generaciones que se han sucedido en este lugar a lo largo de los siglos.
Al saludar a los presentes, el presidente Herzog respondió corroborando su profundo compromiso por el bienestar de los ciudadanos cristianos y de todas las minorías en Tierra Santa. Expresó visible alegría por la riqueza del “mosaico” ciudadano, destacando la presencia cristiana como una hermosa piedra dentro del mosaico urbano. Ante los estudiantes, directivos y personal escolar, el presidente afirmó que las escuelas cristianas están entre las mejores instituciones educativas del país, elogiando la calidad de su oferta formativa.
A continuación, el Jefe de Estado fue acompañado a visitar los espacios del monasterio, y recibió una explicación sobre la historia de la presencia franciscana en Ramla y sobre la vida de los santos protectores del convento, San Nicodemo y José de Arimatea.